HAY NOCHES...
CUANDO EL DOLOR ENGULLE
LAS ESTANCIAS DE LA CASA...
Y LA CASA ESTÁ VACÍA...
VACÍA ESTÁ LA CASA…
TRISTE…
OSCURA
Y SILENCIOSA...
Y CON UN DEJO DE NOSTALGIA,
MERODEANDO INQUIETO
POR LOS CUARTOS VACÍOS...
CON ESE DOLOR QUE HIERE…
QUE LE ARRANCA
HUELLAS HÚMEDAS
AL SURCO QUE LOS AÑOS ARARON...
A PUNTA DE INSTANTES...
DE RISAS...
Y LÁGRIMAS PROLONGADAS...
HAY NOCHES...
Y A VECES TAMBIÉN HAY DÍAS...
CUANDO DUELE...
¡CUÁNTO DUELE!
CON DOLOR MONOCROMÁTICO Y CANSINO...
CUAL CIENTOS DE FINOS PUÑALES
QUE SE METEN POR LA PIEL
Y LA ROMPEN EN TROZOS PEQUEÑOS...
Y SE SIENTA EN LA MESA...
Y PRESIDE LOS SILENCIOS Y LAS RISAS...
Y SE HACE LÁGRIMA
Y QUEJIDO
Y RABIA...
Y SE DUERME DESPUÉS...
Y SE DUERME EN POSICIÓN DE FETO...
Y LE DUERME EN POSICIÓN DE FETO AL CUERPO...
CANSADO DE DOLOR...
Y DISPUESTO A SER PARIDO
LA SIGUIENTE NOCHE QUE PRECEDIÓ AL DÍA...
EL SIGUIENTE DÍA QUE DIO SU LUZ PARA SER NOCHE...
HAY NOCHES
EN LAS QUE EL DOLOR
SE PASEA ATREVIDO POR LA PIEL...
Y TOCA CON SU TOQUE PROLONGADO
Y CON EL PUÑO APRETADO,
A LA PUERTA DE UN SUEÑO QUE LE ROMPA...
PORQUE AL FINAL DE CUENTAS...
NO HACÍA FALTA EL DOLOR...
(ENTONCES ES EL SILENCIO...
PARA ENGAÑAR AL DOLOR...
Y QUE REGRESE LA RISA…
VESTIDA CON SU TRAJE DE FIESTA Y FANTASÍA...)
Estremecido poema. Enhorabuena Blanca.
ResponderEliminarEl dolor se disfraza de grito o de silencio al amparo de la noche...
ResponderEliminar¡Muy logrado!
besos
Hay noches que se meten en la piel...muy bueno, me gustó.
ResponderEliminarAbrazo.
Muy sentido poema Blanca…me gustó mucho. Sigo visitando tu blog.
ResponderEliminarSaludos desde Quebec.