lunes, 16 de mayo de 2022

DE VOCES QUE A VECES TAMBIÉN CALLAN...

Alzo la voz para callar el grito
Para romper el ruido
Para mirar adentro
Para cerrar afuera.
Grito callada
La canción de la esperanza
En rojo pinto el verde aurora
El estío azul
Blanco la noche rosa sin color.
Un pájaro sonoro anuda mi ventana
Anida tras el cristal
Sonríe con su cántico políglota,
Con su pico desdentado
Picotea la gana

Besa con el ala al polluelo
sereno marcha por comida.
El pájaro desdentado ahora está salvado
El humo de mi cigarro de las seis no quema su nariz,
No puede mi mano horadar
Su plumaje para mi sombrero de boda
La bocina no le rompe la voz.
Elevo mi grito callado al silencio,
hora del triunfo y callo.
Callo este mutismo ajeno
Para hacerlo propio,
Como de alborada de trinos de pájaros libélula,
Entonando su tonada de amor y libertad.
Mientras digo que sigo
Mientras rompo que rondo las palabras y las sílabas
Diluidas en agua con azúcar y el amargo de la cloroquina
Se pasean lento por la angostura
En cóctel de expectativa del silencio y tos.
Hoy mi ventana está de fiesta
Y voces extrañas dibujan
En el horizonte nubes lilas
Como de cerezo en flor.

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